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miércoles, 8 de julio de 2015

lady relatos: Cuentos de sueños, 2. En el panteón

RELATO: EN EL PANTEÓN


cuentos y relatos
Mi hermana pequeña había enfermado. Tenía apenas dos años y todos nos habíamos encariñado tremendamente con ella, por su carácter mimoso y zalamero. Pero un mal día, o más bien, una mala noche, ella dejó de vivir. Horrible noticia. Lloré amargamente, como sintiéndome culpable por no haber sido capaz de haber espantado la enfermedad del cuerpo de mi hermana;  yo no era médico por lo que mi responsabilidad en esta muerte no existía, y sin embargo  me sentía culpable. Había  sido la sensación más desagradable que jamás me tocó soñar, aunque no sería la única.
     Se oficiaron los funerales, muchas personas llenaban la iglesia, y como era costumbre en el siglo XIX, el sepelio tuvo lugar en el cementerio que rodeaba la iglesia, en el panteón familiar, pues gozábamos de una alta posición social.
     Cerraron la puerta de barrotes de hierro negro. Los ataúdes de cristal de toda la familia yacían allí, a la vista, y su visión provocaba en mí tremenda congoja, forraban las paredes y el polvo se acumulaba sobre todos ellos, aumentando mi desazón. ¿Se habrían equivocado? Me habían dejado dentro de aquel lugar, en cuyo centro descansaba el ataúd transparente de mi hermana. Grité con todas mis fuerzas, pero vi cómo toda mi familia, enlutada de arriba abajo, se iba de aquel lugar dejándome allí, con el cadáver de mi hermana, sin hacer caso de mis lamentos. La decoración del panteón había variado, ahora dos ataúdes de cristal transparente descansaban en su centro.
     Así que esa era la explicación de todo. Las dos estábamos ya del mismo lado, mas, ¿cuánto tiempo llevaba yo en aquel lugar? ¿Fue la llegada de mi hermana lo que me hizo salir de mi mortaja? La miraba dormida en su cama de cristal, y nunca me había sentido tan triste.

     Aún recuerdo la visión de la luna en cuarto menguante, iluminando las vetustas cruces de las otras sepulturas, a través de los barrotes de la puerta.



Si te gusto este cuento, seguro que te encantará este otro, que también va de sueños:
-Caida libre. El protagonista nos habla de su atroz vértigo y de un abominable y recurrente sueño.

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En el panteón by Susana Villar is licensed under a Creative Commons Reconocimiento 4.0 Internacional License.

lunes, 6 de julio de 2015

lady relatos: relato corto sobre la opresión y el ansia de libertad

RELATO: MELENAS


relatos y cuentos cortos.
Melenas había nacido libre. Era un caballo de hermosa planta, alto, fibroso, de brillante piel negra y largas crines. Melenas sabía correr como el viento, alzarse de manos hacia las nubes y rodearse de otros que, como él, sólo aspiraban a vivir en la naturaleza, felices. Melenas trotaba, pastaba y amaba tiernamente a Lunita, la yegua por la que había abandonado a sus padres. Melenas y Lunita tenían dos preciosos potrillos que crecían felices a su lado. Pero un día unos hombres que pasaban por aquellas praderas americanas lo vieron, y, sin piedad, le tendieron una emboscada. Lunita pudo escapar, pero Melenas fue secuestrado y llevado a un rancho lejano. Ya no era libre. Ya no era feliz.

miércoles, 1 de julio de 2015

lady relatos: Cuentos de sueños, 1. Caída libre

CUENTOS DE SUEÑOS, 1. CAÍDA  LIBRE


Lo clásico. Me encontraba parada frente al precipicio, tranquila, mirando hacia abajo. Teniendo en cuenta mi vértigo ancestral, mi terrible miedo a las alturas, no dejaba de ser algo extraño en mí. Yo soy la clásica que tiembla ante la perspectiva de tener que alcanzar algo en altura, y tener que subir a una silla o escalera para llegar, y dadas mis escuetas medidas a lo alto, era algo a lo que me enfrentaba casi a diario.

Relatos y cuentos sobre sueños     Y allí estaba yo. Sola. Mirando hacia el vacío. El tiempo pasaba lento, y no parecía variar mi situación frente a la nada. No se veía el fondo, pero eso no parecía inquietarme.

     En un momento dado, una mano invisible me empujó en dirección al vacío, y me dejé llevar. Al principio grité desesperada por lo inminente de mi final. Pero no se producía, porque el fondo no llegaba. Me callé y traté de concentrarme en divisar el suelo, pero no se veía, y mi velocidad era endemoniada, caía y el terror se apoderó de mí por lo prolongado de la certeza del final, porque inexorablemente yo no vería terminar el nuevo día que acababa de nacer. La locura sustituyó al susto, y llegué a rogar para que aquello concluyese cuanto antes, pero el suelo no parecía existir, y mi velocidad aumentaba hasta límites que producían dolor.

     El fin no llegaba, y me preguntaba si el infierno se parecería a esto que me tocaba vivir. Cada noche lo mismo. Cómo odiaba en aquellos días mis sueños.

     Nunca dejé de caer, y nunca un abismo fue tan profundo. Descubrí el valor de lo eterno. 



Si te gustó esta historia corta, tal vez te gusten estas otras:

-En el Panteón. La pequeña protagonista sueña estar en su interior, acompañando a su hermana fallecida. Pero... ¿Qué hay de raro en ello?
-Toulouse to lose. Atmosférico e intenso, ambientado en el París bohemio de Toulouse-Lautrec.

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Caída libre by Susana Villar is licensed under a Creative Commons Reconocimiento 4.0 Internacional License.

martes, 30 de junio de 2015

lady relatos: Diálogo entre Nefertiti y Amenofis (Akhenatón)

Relato: Amarna o el principio de todo


Cuentos y relatos. Cuento corto sobre el antiguo Egipto.
-Saldremos mañana en cuanto amanezca –dijo Amenofis mientras miraba hacia un horizonte adornado por innumerables tonos de amarillo.
-Nos buscarán y nos matarán –aseguró Nefertiti, la esposa del faraón-. Ellos no se van a resignar. Estás haciendo historia, pero no podrás disfrutar de la leyenda que hoy nace. Se está levantando aire. Es peligroso cruzar el desierto en estas condiciones.
-Llevan años construyendo el que tras el viaje que mañana emprendemos se convertirá en nuestro hogar. Un hogar en el que nos sentiremos seguros. Es maravilloso, querida esposa. Allí llegarán más hijos que bendecirán nuestra vejez.
-Amarna. Ya. La ciudad de Tebas se ha quedado pequeña para tus pretensiones. No nos dejarán llegar a la vejez, si crees en otra cosa muestras una ingenuidad impropia de un faraón. Conspirarán para matarnos y así restituir el poder a la clase sacerdotal.
-No pretendo más que instaurar la razón. No hay más dios que Atón, esa bola amarilla que da color a la arena del desierto. No se necesitan sacerdotes para adorarlo, yo seré el mediador entre el pueblo y el dios. Nada más. El sol nos da luz, calor, rige las estaciones y nos proporciona cosechas. Cuando se digna en honrarnos con su presencia trae alegría a los corazones de los hombres. Se lo debemos todo, y fragmentar la devoción que sólo a él le pertenece  es un acto injusto que yo califico de…
-…de lo mismo que los sacerdotes te acusan hoy a ti. Te acusan de herejía y sacrilegio. Niegas el carácter sagrado del resto de divinidades, esas que han sobrevivido el paso del tiempo hasta que llegaste tú y te empeñaste en cambiarlo todo. Podríamos vivir tan felices sin esta locura que has desatado. Tiembla mi alma de pensar que acabaremos asesinados en cualquier esquina y tirados en cualquier fosa sin someternos al rito que por realeza nos corresponde. Eso significa que nuestra muerte, cuando llegue, será definitiva.
cuentos y relatos
Akhenatón y Nefertiti
Amenofis IV mudó el color de su rostro, que tomó un tono rojizo, camuflando la ira que sentía ante la verdad. Sólo a ella le toleraba esos arranques de sinceridad. No era el primero que por mucho menos había servido de aperitivo a los cocodrilos.
-Ya no pueden acusarme de nada, porque Amenofis ha muerto. Nos espera ya toda la corte para la ceremonia. Hoy me coronan en la nueva fe con un nombre que saldrá en todos los cartuchos que de mí hablen en adelante. Seremos Akhenatón I y su esposa Nefertiti, la mujer más hermosa que el único dios llamado Atón ha otorgado jamás a un hombre.
-¿A un hombre? ¿Acaso no eres tú un dios como tu condición de faraón hace suponer?
-Sólo hay un dios, y no soy yo. Las cosas van a cambiar.
Mientras tomaba de la mano a su esposa, el faraón pensaba. Pero le fue imposible hacerse una idea de cómo iban a cambiar las cosas.



Si te gustó este relato, tal vez te gusten estos:
-Toulouse to lose. Atmosférico e intenso relato ambientado en el París bohemio de Toulouse-Lautrec.
-Caida libre. Microrrelato en el que el protagonista nos habla de su atroz vértigo y de un abominable y recurrente sueño.

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Amarna o el principio de todo by Susana Villar is licensed under a Creative Commons Reconocimiento 4.0 Internacional License.

lunes, 22 de junio de 2015

lady relatos: Toulouse to lose

Relato: Toulouse to lose

París, 1892


Bailarinas. Cuentos y relatos sobre el París bohemio de Toulouse-Lautrec.
"La estrella o bailarina en escuela".
Degas, 1878
Henri asistía al Moulin Rouge como cada noche. Le gustaba moverse entre la farándula, los ilustres que pululaban por allí, pero sobre todo, entre las chicas. Henri estaba obsesionado con una de ellas, Camille Couret, que brillaba entre las otras por parecer la menos llamativa de todas. Camille gozaba de una juventud carente de ilusiones, pero las lágrimas de su hijo cada día le obligaban a ejercer como bailarina muy a su pesar. Con aquel empleo lo alimentaba y vestía profusamente en un París tan gris como la masa de pobres que la surcaban desde el Sena hasta Montmartre. Aquel barrio tan cuajado de estrellas del arte que sólo caminando por sus calles se alimentaba el espíritu, los talleres, los pintores callejeros, la bohemia que desprendía cada poro de piel entre aquellas añejas cuestas e interminables escaleras.